LA EDAD DE LA TIERRA
En la actualidad, podemos afirmar con precisión que la edad de la Tierra es de 1:4 600 a 4750 millones de años y que la vida en ella surgió hace unos 3800 millones de años. Sin embargo, es lógico preguntarse ¿Bajo qué mecanismos se ha podido establecer dicha cronología? ¿cómo el hombre ha podido reconstruir con exactitud la historia de la Tierra?
La respuesta corresponde a los avances logrados en geología moderna. Así, el descubrimiento del método de datación radiométrica en pleno siglo xx permitió hablar de una cronología absoluta‘; sin embargo, desde el siglo XVIII la afirmación de que la Tierra era muy antigua resultaba una conclusión cierta, solo que no se podía afirmar cuan antigua era.
En el siglo xv», por ejemplo, los naturalistas de la época ya habían establecido ciertos principios que aún hoy son aplicables y que constituyen principios básicos de la geología. Tales principios fueron obtenidos mediante simples observaciones y deducciones a partir del estudio de los estratos, que
luego se complementaria con la interpretación de los restos fósiles.
De este modo, a partir de los diferentes métodos de estudio que se fueron desarrollando conforme la ciencia avanzaba, los geólogos pudieron construir escalas de tiempo que se han ¡do perfeccionando y haciéndose cada vez más precisas, de tal forma que en la actualidad la historia de la Tierra se divide en: eones, eras, periodos y épocas, los cuales se han establecido a partir de grandes acontecimientos a nivel biológico y geológico de nuestro planeta.
ESCALA DEL TIEMPO GEOLÓGICO
Según se puede apreciar en el cuadro anterior, existen cuatro eones, tres de ellos
pueden agruparse en un “super edu» denominado precámbrico (que para algunas clasificaciones incluye al azoico y el proterozoico), que es el de mayor duración en la Tierra (3/4 partes de su historia geológica). Sin embargo, es el menos conocido ya que las rocas de ese tiempo han sido erosionadas en gran parte, mientras que en el Eón fanerozoico podemos identificar mayores subdivisiones correspondientes a eras y periodos donde se ha realizado también el hallazgo de un mayor número de restos fósiles y por consiguiente se ha podido realizar una mejor reconstrucción de cómo ha evolucionado la vida durante los últimos 600 millones de años.
Cada era y periodo se caracteriza por alguna forma de vida predominante. Es importante señalar que estas diversas manifestaciones biológicas no se pueden desvincular de los acontecimientos que se daban en nuestro planeta. Asi, el desplazamiento continental, la formación de cordilleras, la actividad volcánica, entre otros procesos geológicos, generan también fenómenos geográficos como el avance y retroceso de los mares, modificación de las corrientes marinas, cambios en los componentes atmosféricos y, por consiguiente, también del clima, factor bastante determinante en la forma y distribución de los seres vivos.
Tener en cuenta esta relación nos áyudarár a comprender que las grandes extinciones de formas de vida en la evolución de la Tierra son seguidas por el surgimiento de especies más desarrolladas que se han podido adaptar a los cambios del medio; pero sobre todo que no son los factores externos (como la caída de meteoritosa) los más frecuentes y únicas causas de las modificaciones que se hayan producido en nuestro planeta.
Las investigaciones realizadas y los hallazgos obtenidos a partir de ellas nos confirman que los procesos glaciares y las extinciones masivas a lo largo de la historia geológica, tienen que ver con factores internos o propiamente terrestres.